(Río de Janeiro, 1947) Narrador, periodista y
guionista de televisión brasileño. Humanista polifacético, Paulo Coelho
se ha adentrado con éxito en mundos tan dispares como el de la música,
la prensa, el teatro o la televisión, aunque su nombre haya quedado
definitivamente consagrado en el ámbito de la narrativa contemporánea,
género que ha enriquecido con una de las novelas breves más importantes
del último cuarto del siglo XX: El alquimista.
Hijo
de una familia acomodada, Paulo Coelho recibió una esmerada educación
primaria y secundaria a cargo de los jesuitas, de donde pasó a cursar
estudios superiores de Derecho. Pero, alentado desde muy temprana edad
por una marcada vocación literaria, abandonó estos estudios
universitarios para dejarse llevar por su pasión por la escritura y
dedicarse a cualquier actividad que le permitiría estar en contacto
directo con la creación literaria. Paulo Coelho
Así
las cosas, durante algún tiempo ejerció la docencia como profesor de
teatro, ocupación que fue alternando con sus primeras composiciones de
letras musicales para grupos de samba y bossa nova. En estas letras de
Paulo Coellho se aprecia nítidamente un influjo de distintas corrientes
espirituales puestas en estrecha relación con los postulados del
movimiento hippie de los años sesenta. Años después (desde 1974 hasta
1981), sus aficiones y saberes musicales le llevaron a aceptar un puesto
de ejecutivo en la casa discográfica Polygram. Anteriormente, Paulo
Coelho había ejercido también el periodismo, dedicación que culminó en
una etapa al frente de la dirección del periódico Express Underground.
Mientras
desempeñaba estas variadas actividades, Coelho no abandonaba su empeño
de convertirse en un escritor consagrado. Finalmente, el empujón
decisivo le llegó en 1981, cuando viajó a Holanda en compañía de su
esposa para entablar contacto directo con un misterioso personaje, Jean,
que a partir de entonces se convirtió en su maestro y empezó a ejercer
sobre el escritor brasileño una influencia similar a la que deja en sus
acólitos un guía espiritual.
Jean introdujo a Paulo Coelho en la hermandad RAM (Regnum Agnum Mundi),
una especie de orden religiosa de confesión católica, que hunde sus
orígenes en la España medieval. A partir de entonces, Coelho, que fue
nombrado caballero de dicha orden, comenzó a prodigar sus visitas a
España, que dieron por fruto su primera aportación destacada a la
narrativa universal. Se trata de El diario de un mago, obra en la
que relata las peripecias de su propia peregrinación hacia Santiago, en
busca de una espada que representa el máximo poder en su mistérica
hermandad.
Poco tiempo después, Paulo Coelho volvió a los anaqueles de las librerías con una narración breve titulada L'Alchimista (El alquimista, 1988), en la que presentaba a un pastor que, siguiendo
el dictado de sus sueños, parte de Andalucía para adentrarse en la
soledad del desierto.
Escrita en apenas quince días, El alquimista se convirtió de inmediato en uno de los mayores éxitos contemporáneos
de la literatura escrita en lengua portuguesa. Fue traducida a numerosos
idiomas (en la actualidad, hay más de veinticinco versiones en otras
tantas lenguas), y durante muchas semanas batió todos los récords de
permanencia en las listas de los libros más vendidos de Brasil, Francia,
Italia e Israel. En España, la obra despertó tanto interés que, a los
diez años de haber aparecido, ya había alcanzado prácticamente las
cincuenta reediciones; y en todo el mundo se han vendido, durante el
decenio que va desde 1988 hasta 1998, unos diez millones de ejemplares.
La crítica literaria universal, admirada no sólo por la calidad de El alquimista,
sino por la sorprendente circunstancia de que Coelho se hubiera
convertido de repente en el escritor hispanoamericano que más libros
vendía en todo el mundo (después de Gabriel García Márquez), no escatimó
sus elogios a la hora de situar esta obrita a la altura de otras piezas
maestras del género, como El Principito de Antonie de Saint-Exupéry o Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach.
En efecto, tanta fue la repercusión de El alquimista,
que en 1994 fue considerado como "El libro del año" por la Library
Association de Estados Unidos, y en mayo de 1996 fue finalista del
prestigioso Premio "Ennio Flaiano" de narrativa. Pocos días después (el 2
de junio de 1996), su autor fue distinguido con el premio "Crinzane
Cavour", uno de los galardones internacionales más importantes de
nuestro tiempo. Además, en el mes de abril de aquel mismo año Paulo
Coelho había sido reconocido en París con las insignias de Caballero de
las Artes y las Letras Francesas.
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